martes, 2 de diciembre de 2014

Consumidos por el consumo

La ciudad se ha convertido en un gran hipermercado. Cada día miles de mensajes nos incitan a comprar artículos que no necesitamos. Estamos inmersos en el consumismo que se alimenta de la influencia de la publicidad y ésta se basa en ideas tan falsas como que la felicidad depende de la adquisición de productos. Consumir quiere decir tanto utilizar como destruir. En la sociedad de consumo no sólo sentimos cada vez mayor dependencia de nuevos bienes materiales y derrochamos los recursos, sino que el consumo se ha convertido en un elemento de significación social. Se compra para mejorar la autoestima, para ser admirado, envidiado y/o deseado.


El viernes pasado se celebro el "Black Friday" y ayer celebramos el "Cyber Monday", dos "fiestas" por excelencia en el consumo y por los precios bajos, concebida en Estados Unidos y que poco a poco se extiende a otros países. Las imágenes que nos dejan lo dicen todo acerca sobre la celebración: Avalancha de personas en el suelo y pisándose en la entrada de un centro comercial, mujeres peleándose por llevarse el mismo televisor... Algunos de estos centros por miedo a su propia seguridad y a la de esos clientes que parecen haber perdido la cabeza acaban llamando a las fuerzas del orden por ser incapaces de controlar la situación.

Sin embargo, año tras año se repiten las mismas imágenes. El desenfreno consumista parece no tener limites y los principales centros comerciales son sus principales promotores.

Ahora la tradición llega aquí a España, en la linea de seguir otras celebraciones internacionales como San Valentín, Halloween... que en la mayoría de los casos solo venden mas consumo. Las grandes empresas se frotan las manos ya que los negocios son los negocios. El Corte Ingles, Carrefour, Worten, Vodafone, Amazon... no han dudado en subirse al carro.

Nos venden que todos saldremos ganando, ya que al haber precios mas baratos, la gente se animara a comprar y a raíz de eso se creara trabajo, pero la realidad consumista solo beneficia a unos pocos y no son precisamente los que se llevan las "mejores ofertas". Este tipo de consumismo da importantes beneficios a las grandes empresas del sector, creando empleos precarios con pésimas condiciones laborales. 

La pregunta que debemos hacernos es: ¿Realmente las necesitamos este tipo de "fiestas"? Si lo pensáramos dos veces o mas, seguramente la respuesta sería "no" sin embargo la publicidad nos lo presenta como "una oportunidad que no podemos dejar escapar".

Y vosotros ¿Habéis aprovechado esta oportunidad u os la habéis perdido?

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